Alimentos ultraprocesados no poseen nutrientes y son ricos en sal, azúcar, grasas y otras substancias químicas. Foto: Danilo Takano / stock.xchng
Tortas, sopas en paquetes, panes, galletitas, lasagna, pizza, hambúrguer, refrescos, jugos en polvo. Qué tienen en común esos alimentos? Además de ser fáciles de consumir, porque ya vienen prontos (o casi), ellos pasam por una série de procesos industriales. Todos son considerados productos alimentarios ultraprocesados.
Hasta ahí, no hay nada errado, ya que esa es una actividad tradicional en la historia de la humanidad, importante para abastecer, empaquetar y, principalmente, conservar los alimentos. El problema es que muchas personas substituyen comidas tradicionales basadas en alimentos de verdad, como arroz, porotos, carne, ensaladas y frutas, por la conveniencia presentada por alimentos prontos.
Por no tener nutrientes y ser ricos en sal, azúcar, grasas y otras substancias químicas, su consumo exagerado puede causar problemas a la salud. Colesterol y presión alta, diabetes y obesidad son algunas de las enfermedades asociadas a la alimentación ultraprocesada, según explica Maria Laura Louzada, nutricionista e investigadora del Núcleo de Investigaciones Epidemiológicas en Nutrición y Salud (Nupens) de la Universidad de São Paulo (USP):
— El sabor artificial, que exacerba nuestros sentidos y crea un padrón de gusto en el organismo, muchas veces provoca el consumo exagerado con aquella sensación de “no consigo parar”.
Otro riesgo a la salud, según la nutricionista, es la alta concentración de calorias. Con su consumo, las personas ingieren una mayor cantidad de calorias y un volumen menor de comida. El cerebro tiene dificultades de entender y acaba pidiendo más alimentos hasta obtener la llamada “sensación de saciedad”. Se come más con menos beneficios.
Es preciso esclarecer, no obstante, que no todo el procesamiento hace mal. El ingeniero de alimentos de la Emater Renato Cougo explica que el problema ocurre cuando son usados aditivos químicos, como conservantes, estabilizantes, flavorizantes y colorantes:
— Si no se respetan los límites tolerables, puede dañar la salud del consumidor.
Lo ideal, dice el, es buscar alimentos en su forma primaria y diversificar en la dieta alimentos provenientes de diversos tipos de procesamiento, como los físicos (congelamiento), químicos (sal, azúcar) o biológicos (yogurts, quesos).
La idea no es prohibir los ultraprocesados de ser parte de la alimentación, pero alertar para que la mayor parte continúe siendo constituída de alimentos y comidas naturales y que el consumo de productos prontos sea ocasional o en pequeñas cantidades.
Evite extremos
Cocinar una salsa de tomate propia, o hacer pan, o torta y recuperar la alimentación del tiempo de nuestros abuelos y la sugerencia de la nutricionista clínica funcional y deportiva Débora Vargas. El problema de los colorantes y conservantes, según ella, es que pueden ser cancerígenos al largo plazo. Otros alimentos que deberían ser evitados en alta cantidad, recomienda ella, son los embutidos, alimentos ultraprocesados y ricos en nitritos y nitratos.
El consejo de Débora, sin embargo, es que esas medidas sean adoptadas sin radicalismo, ya que, para mantener el equilibrio, el cuerpo precisa de fuentes variadas de alimentos.
— Los extremos sin patológicos — afirma.
Sepa lo que está comiendo
Alimentos no procesados o minimamente procesados
Son aquellos que no sufren alteración o que pasan por procesos que todavía mantienen sus principales características nutricionales y que no agregan o introducen nuevas substancias al alimento original. Ellos incluyen arroz, porotos, carnes, pescados, legumbres y verduras, frutas, hongos, leche fresca o pasteurizada, huevos y café.
Ingredientes culinários
Son las substancias usadas para preparar la comida del día a día y que pasan por procesamiento como prensado, molienda y refinamiento. Algunos ejemplos son aceite de cocina, azúcar, harina, sal y manteca.
Productos alimentícios prontos para consumo (incluyendo los ultraprocesados)
Todo lo que es muy procesado. Son comunes en casi todas las casas: panes (hasta el integral), galletitas, tortas, helados, chocolates, barras de cereal, refrescos, platos pré-preparados (aquellos congelados de supermercado), hamburguesas, productos enlatados, sopas prontas, requesón, margarina.
Fuente: Clasificación del Núcleo de Investigaciones Epidemiológicas en Nutrición y Salud
Los villanos del plato
La recomendación de consumo máximo diário de sal por la Organización Mundial de Salud es de menos de cinco gramos por persona, pero datos del Instituto Brasileño de Geografia y Estatística (IBGE) muestran que el consumo del brasileño es de 12 gramos diarios, más que el doble de los recomendado. Sepa por qué el exceso de sal, azúcar, grasas y otros aditivos químicos es perjudicial a la salud:
1. Sódio
Componente de la sal de cocina, sódio es un conservante para el alimento. Es usado para aumentar el tiempo en los estantes del producto. Muchos alimentos procesados también reciben adición de monoglutamato de sódio. Aunque el sódio es un mineral esencial, su exceso en la dieta puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares y renales.
2. Azúcar
Alimentos procesados tienden a tener más azúcar también. Por eso, es saludable adoptar el hábito de verificar, en los paquetes, los ingredientes que componen ketchups, mayonesas, especias para ensaladas, galletitas, panes, entre otros. Vea también si hay algún elemento terminado en “osa” , como sacarosa o fructosa. Todos contienen azúcar.
3. Grasas y ácidos grasos trans
Grasa tiene alta densidad calórica por presentar más calorías por peso. Por lo tanto, tiene un impacto significativo en el sobrepeso y en la obesidad. Otro problema es el exceso de grasa trans en muchos alimentos procesados e industrializados. La grasa tiene efecto nocivos conocidos para el sistema cardiovascular y aumenta el riesgo de un ataque cardíaco.
4. Nitritos/nitratos y otros aditivos químicos
Emulsificantes, estabilizantes, aromatizantes, saborizantes. Son inúmeras las finalidades y cantidades de aditivos en un alimento procesado. Si, por un lado, esos son útiles para conservar, dar gusto y mejorar la apariencia del alimento, también causan daños a la salud, pudiendo desencadenar reacciones alérgicas en personas sensibles.
Fuente: Zero Hora.
