Libro de la FAO examina consecuencias de cambios climáticos para la seguridad alimenticia y el comercio

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  • 23 de Junho de 2015
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Los cambios climáticos tienen implicaciones graves para la agricultura y la seguridad alimenticia. Foto: FAO/L. Dematteis

El calentamiento global tendrá implicaciones profundas para donde y como los alimentos son producidos, y también llevará a una reducción de las propiedades nutricionales de determinadas culturas, lo que tendrá consecuencias para políticas de combate al hambre y a la pobreza y para el comercio mundial de alimentos, dicen especialistas en un nuevo libro de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“Cambios Climáticos y Sistemas Alimenticios” incluye las conclusiones de un grupo de cientistas y economistas que hicieron un resumen de los efectos de las alteraciones climáticas en la agricultura y en la alimentación a nivel global y regional en las dos últimas décadas.

Los cambios climáticos aumentan el desafio del rápido crecimiento de la demanda global por productos agrícolas – destinados a la alimentación, ración y combustible – necesario para lidiar con el crecimiento de la población y el aumento de los niveles de ingresos. La agricultura es altamente dependiente de las condiciones meteorológicas locales y, por lo tanto, es esperado que sea muy sensible a los cambios climáticos en los próximos años.

“Es probable que los cambios climáticos empeoren la creciente desigualdad global, una vez que se espera que el impacto de los efectos negativos caigan sobre los países que están menos desarrollados y más vulnerables”, dice el editor del libro, Aziz Elbehri, de la división de la FAO.

Los autores también citan un reciente estudio que evaluó el impacto global de los cambios en los padrones de consumo de alimentos que utilizan o no la irrigación. Algunos resultados sugieren que la reducción de consumo de productos de origen animal en la dieta humana tiene el potencial para salvar los recursos hídricos necesarios para alimentar 1,8 billones de personas en el mundo.

El estudio sugiere que, aunque los mercados globales puedan ayudar a estabilizar los precios y suministros y proporcionar opciones de alimentos alternativos para regiones afectadas negativamente por los cambios climáticos, el comercio por si solo no es una adaptación estratégica suficiente. También es necesaria una estrategia de adaptación interna para permitir que los países y regiones eviten la fuerte dependencia de las importaciones, que tienden a aumentar la vulnerabilidad y la volatilidad de los precios. Otro desafío es la necesidad de alinear la política comercial con objetivos climáticos y garantizar que la abertura comercial desempeñe su papel como un mecanismo de enfrentamiento, sin perjudicar los objetivos de mitigación.

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Fuente: Naciones Unidas.