La plaga de diabetes

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  • 23 de Setembro de 2015

diabetes e pesticidadiabetes e pesticidaEl diagnostico de diabetes en la vida adulta generalmente está relacionado a una dieta llena de azúcar y grasas. Combinada con una rutina sedentaria, la mala alimentación es una condición propicia para el desarrollo de la resistencia a la insulina, la substancia responsable por equilibrar el nivel de glucosa en la sangre. Sim embargo, mismo los alimentos saludables, como pescados y vegetales, pueden ocultar un villano poco conocido: pesticidas y otros compuestos químicos que persisten por años no solo y en el organismo de animales y pueden aumentar las chances de desarrollo de todos los tipos del sindrome metabolica en 61%.

El numero fue comunicado en el encuentro de la Asociación Europea para el Estudio de Diabetes, la semana pasada, en Estocolmo. Un grupo de cientistas analizó 21 investigaciones que estudiaron la relación entre los pesticidas y el diabetes en más de 66 mil individuos de diversos países. “Quedamos sorprendidos con la consistencia de los resultados en diferentes subgrupos y con el análisis de sensibilidad, donde el riesgo relativo permanece alto”, afirmó al Correio Evangelos Evangelou, investigador de la Escuela de Salud Publica de la Imperial College, de Londres, y uno de los autores del trabajo comparativo.

Evangelou resalta que los artículos analizados no explican el mecanismo que puede conectar los pesticidas a la enfermedad. Sin embargo, el también menciona que existen otros trabajos experimentales — hechos con animales y en tests in vitro — mostrando que los pesticidas pueden estimular la resistencia a la insulina, lo que llevaría al desarrollo de diabetes tipo 2. Cuando investigaron especificamente la influencia de esos contaminantes sobre la variación de ese tipo de diabetes, los artículos apuntaron a un aumento de incidencia de hasta 64%. “Pero sería importante la realización de una revisión sistemática de los mecanismos de desarrollo de ese diabetes por medio de los pesticidas y contaminantes orgánicos en general”, reflexiona el investigador.

Los análisis no indicaron si la predisposición genética o otros agentes ambientales empeoran el efecto de los pesticidas sobre el metabolismo, pero algunos factores indican que los pacientes con mayor índice de grasa corporal pueden estar más sujetos al diabetes causado por la exposición a los compuestos tóxicos. Eso ocurre porque la insolubilidad de los pesticidas y de otros contaminantes permite que estos se queden almacenados por un largo tiempo en el tejido adiposo de humanos y animales.

“Sin embargo, también encontramos una alta concentración de contaminantes en el tejido adiposo de personas flacas que tuvieron una grande exposición (a esas substancias)”, explica Juan Pedro Arrebola, especialista e investigador de la Universidad de Granada. Arrebola realizó en 2013 un estudio con 386 pacientes de un hospital de Granada, en España, y notó que la presencia de algunas substancias tóxicas, como el DDT, puede aumentar las chances de desarrollar diabetes en hasta cuatro veces.

Reacción imunológica
Los científicos creen que esos compuestos causan una respuesta imunológica que llevaría al problema metabólico. “Ciertos químicos pueden provocar un efecto immunotóxico al conectarse a los receptores de estrógeno, lo que induce una inflamación crónica, reduce la función mitocondrial, lleva a la oxidación de los ácidos grasos y al aumento de la lipolisis, todos factores relacionados al síndrome de resistencia a la insulina”, explica Arrebola. Estudios también mestra que los pesticidas pueden alterar la función de las células beta que producen la insulina. Eso significa que la intoxicación al largo plazo podría llevar también al diabetes tipo 1.

Otro articulo del grupo de Juan Pedro Arrebola, publicado al fin del año pasado, demonstro la relación de contaminantes orgánicos con el diabetes gestacional. El estudio analizó 107 mujeres que tienen una historia de la enfermedad y demonstro una relación entre las concentraciones de contaminantes y la resistencia a la insulina desarrollada por el organismo de la mayoría de los pacientes. Los investigadores creen que la condición sub clinica tal vez sea compensada por el aumento de la producción de insulina, lo que explicaría la dificultad de relacionar los niveles de glucosa en ayunas con los contaminantes.

Persistentes
Entre las substancias encontradas en el organismo de los pacientes que desarrollaron diabetes, están compuestos como el DDT y el clordano, dos insecticidas que tuvieron su uso prohibido en la mayoría de los países, pero que permanecen presentes en animales y seres humanos. Están en la lista de los llamados contaminantes orgánicos persistentes (POPs en portugués), que ganan ese nombre justamente por el largo plazo que llevan para desaparecer. El DDT, por ejemplo, lleva hasta 30 años para salir de suelos y aguas contaminadas. El clordano, que antiguamente era usado para exterminar termitas, puede ser encontrado décadas después de ser aplicado en las residencias.

Los pescados son considerados las mayores víctimas de esos compuestos, que se concentran en mares próximos a áreas industriales y en las regiones polares. Mientras que en los humanos los efectos de los pesticidas todavía están siendo compreendidos por los científicos, los animales acuáticos, el fenómeno es bastante claro: las toxinas afectan a la salud reproductiva de esos bichos y perjudican toda la cadena alimenticia en la que están implicados. Esas substancias también son encontradas en el tejido adiposo de vacas, en vegetales y en todo tipo de especie que tuvo contacto con un suelo o alimento contaminado.

“Algunos de esos compuestos pueden persistir por 15 a 20 años en el suelo y partes de ellos son arrastrados por las lluvias para el interior de los cursos de agua, que también los recibe por efluentes industriales, aguas residuales, sedimentos, atmósfera y contaminación directa”, explica la profesora Sandra Rissato, del Departamento de Química de la Universidad Estatal Paulista (Unesp). Risato resalta que es difícil tener una noción clara de los niveles de POPs y de otros agrotóxicos en los productos agrícolas consumidos en Brasil. “La dificultad está en el hecho de que se trata de una contaminación invisible. Es prácticamente imposible para el consumidor reconocer un producto contaminado”, lamenta. Una posible salida para los consumidores, sugiere la especialista, es optar por productos certificados de origen orgánico y intentar conocer la historia de los locales de cultivo.

Más susceptibles

De acuerdo con una encuesta hecha por el Instituto Nacional de Salud norte-americano (NIH en inglés), los profesionales que trabajan directamente con la aplicación de pesticidas pueden tener un riesgo 200% mayor de adquirir la enfermedad. El mayor peligro a la salud identificado en el estudio es de tricloforn, todavía usado para exterminar cucarachas y garrapatas. Ese insecticida puede aumentar las chances de desarrollar diabetes en casi 250% para aquellos que tuvieron al menos 10 exposiciones
a la substancia.

PARA SABER MAS

Combate internacional

En el 2004, entró en vigor la Convención de Estocolmo, que determina una série de medidas a serán tomadas por los países para la eliminación de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (POPs en portugués). El documento lista 12 substancias que hoy tiene la producción, la comercialización y el uso controlado en 160 países, incluyendo a Brasil. La convención determina que los gobiernos promueven las mejores tecnologias y practicas para la gestión y la eliminación de los POPs, además de prevenir su proliferación. Por medio del acuerdo, son ofrecidas opciones tecnológicas innovadoras, además de apoyo financiero para la búsqueda de alternativas de substitución de esas substancias y al desarrollo sustentable.

Fuente: Correio Braziliense.
Imagen: Uol.