Foto: Ascom Fiocruz Brasília.
Hay que superar el racismo para comenzar a discutir las políticas públicas en materia de drogas. El habla es la Presidencia de la Coordinadora General de Derechos Humanos y la Secretaría de Salud Mental para los Derechos Humanos, Lúcio Costa, durante el debate de la serie VI de Bioética, Diplomacia y Salud Pública, el jueves 24 de septiembre, Fiocruz Brasilia. Los debates de mesa, coordinados por el coordinador del Centro de Estudios del Futuro de la Universidad de Brasilia (n-Futuros / UNB), Isaac Roitman, fue hecha por el representante de la conexión y la Oficina de Asociación en la Oficina de Brasil contra la Droga y el Delito (UNODC / Brasil), Rafael Franzini.
Costa dijo que el impacto social de la política en materia de drogas es perjudicial para poblaciones específicas, como en el caso de la ocupación de las colinas de los militares, con consecuencias graves como la muerte, el acoso y el abuso contra las mujeres y la intimidación de los agentes de comunicación de la comunidad de los barrios bajos, por ejemplo. “El rostro de la lógica es la guerra contra el pueblo y no a las drogas. 70% de los encarcelados en Brasil son de color negro o marrón, se trata de la misma población que compone el 80% de los homicidios. La prisión tiene el color y la dirección “, dijo.
La extensa frontera con Brasil, con los principales productores de drogas en el mundo, es un gran desafío para la lucha contra la trata de personas, “condenada al fracaso”, advirtió el representante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia. Los Estados Unidos gastó en 3000 km de frontera, más de 1 mil millones de dólares, lo que no impidió la comercialización de la droga en el país.
El representante de la Oficina de Enlace y la asociación en la oficina brasileña de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC / Brasil), Rafael Franzini, comenzaron sus conversaciones con la oposición al término “guerra contra las drogas”. “En una guerra suponemos que alguien gana y alguien pierde, no es el caso, tenemos avances y retrocesos”, dijo Franzini.
En 2016, el tema de la Asamblea General de las Naciones Unidas será drogas, con la intención de poner en práctica un Plan de Acción Global para combate hasta 2019. “Sería más eficaz si todos los países iban a las mismas estrategias”, dijo el representante de la UNODC Brasil. Actualmente, el mercado mundial de las drogas mueve unos 322 mil millones de dólares al año.
Franzini citó las tres Convenciones sobre Drogas (vea aquí), y subrayó que no les criminaliza al consumidor. “Hay normas internacionales, pero los países adopten sus propias leyes, incluyendo los firmantes,” dijo. En Brasil, por ejemplo, el agente de policía que decide y se ajusta a lo que es delito y lo que es el consumo. “Toda política pública debe estar iluminada por los derechos humanos”, concluye.
El VI Ciclo de Debates sobre Bioética, Diplomacia y Salud Publica es organizado por el Núcleo de Estudios sobre Bioética y Diplomacia en Salud (Nethis) de la Fiocruz Brasília.
