El desafío de comprobar en la Justicia la intoxicación por agrotóxicos

Notícia publicada em:

  • 7 de Janeiro de 2016

La investigadora del Centro de Estudios de la Salud del Trabajador y Ecología Humana (Cesteh) de la Escuela Nacional de Salud Pública Sergio Arouca (Ensp/Fiocruz) Karen Friedrich explica que hay una exigencia de comprobaciones irrefutables de la presencia de un agrotóxico en exames clínicos en la sangre o la orina. “Y eso es difícil de ocurrir. Hoy en día usamos muchos agrotóxicos – la mayoría del grupo del organofosforados, neonicotinoides, piretróides – que son eliminados por la orina 24h, 48h, hasta 72 horas después que el trabajador o la persona que vive en una zona afectada fue expuesto. El hecho de que los agrotóxicos salgan rápido también no indica que el es seguro. En ese camino por el organismo el puede haber alterado funciones hepáticas, renales y hormonales y ellos salen del organismo, pero ya alteró moléculas, ya hizo su efecto, muchas veces irreversible”, explica.

En este escenario, como se puede probar que una muerte fue causada por el consumo o la manipulación de agrotóxicos? Uno de los factores comienza en la propia notificación de los casos en los sistemas de información de salud, organizados y producidos por el propio Ministerio de la Salud, que ayudarían a diagnosticar y enfrentar el problema.

Rosany Bochner, coordinadora de Sinitox, defiende la transformación de esos casos en eventos centinelas. “Al lidiar con muertes de intoxicaciones ocupacionales por agrotóxicos estamos en la presencia de eventos raros, dificilmente notificados, pero que aportan un enorme significado y sentido, manteniendo atrás de si diversas otras víctimas”, afirma.

Ella también explica que el análisis de esas informaciones puede llevar a las autoridades gubernamentales a algunas acciones positivas hacia la salud del trabajador y de la población: “Las autoridades deben buscar el local de la exposición y proceder con acciones de vigilancia, incluyendo averiguaciones de las condiciones de trabajo, verificación del uso de equipamientos de protección individual (EPI), inclusive sus cambios periódicos, aplicación de exames específicos de sangre para intoxicaciones por agrotóxicos, por ejemplo”.

Uno de los casos que confirman la importancia de la notificación fue la historia de VMS, ya contada en la matéria que abre la serie “Agrotóxicos: la historia por detrás de los números”. VMS era ganadero de una multinacional en la comunidad de Cidade Alta, en Limoeiro do Norte (Chapada do Apodi – Ceará). Y, después de dos años y medio trabajando como auxiliar en el preparo de la solución de agrotóxicos para aerosol en las plantaciones de piña, falleció a los 31 años.

En el 2013, la Justicia reconoció que la muerte de VMS fue motivada “por el ambiente ocupacional”, o sea, por el trabajo con los agrotóxicos. La acción empezada por la família del trabajador fue ganada en primera y segunda instancias en la Justicia de Ceará, y representa un marco histórico en la lucha contra el uso intensivo de agrotóxico, pues abre el precedente de provar legalmente que la exposición a esos productos, aunque tengan un “uso seguro” de EPIs, puede llevar a la muerte.

Pioneros en la Justicia

Según el abogado de la causa Claudio Silva, esta fue “una victoria no apenas para la autora de la acción, pero también una señal positiva para millares de trabajadores y trabajadoras sometidos a situaciones semejantes. Son diversas situaciones de exposición a los agrotóxicos que permanecen en el anonimato e injusticia”, afirma. El resalta que la decisión es pionera en Brasil, según afirmó la jueza federal que relató el acuerdo en el Tribunal Regional del Trabajo (TRT-7).

La interposición de la acción de Reclamación Trabajista con Indemnización por Daños Materiales y Morales resultó en el reconocimiento, por la Justicia de Trabajo, “del nexo de causalidad entre la exposición contínua del trabajador a los agrotóxicos y el daño (muerte)”, explica el abogado, que también es miembro de la Red Nacional de Abogados Populares y realiza asesoría jurídica a movimientos populares, asociaciones civiles, sindicatos, ONGs y organizaciones de Derechos.

En el proceso de la família de VMS, el equipo jurídico que cuidó del caso no encontró testimonios, pero lo que ocurrió fue lo contrario, ya que había una fuerte mobilización de los empleados de la empresa condenada. “La gravedad del hecho sensibilizó a los colegas. La principal dificultad era el miedo de retaliación por parte de las empresas del agronegócio. Los testimonios presentados fueron decisivos para configuración del ambiente laboral”, explica Claudio Silva.

La acción ya fue victoriosa en la 1ª y en la 2ª instancia de la Justicia. Pero Silva reconoce que hay limitaciones que dificultan no solo el acceso a la Justicia como um todo, pero también a las condiciones mínimas de atendimento socioasistencial. “Diversos profesionales de la salud y de servicio asistencial y psicosocial no saben o no consiguen lidiar con situaciones de intoxicación ocupacional. Un enfoque calificado ciertamente motivaría más trabajadores y trabajadoras a buscar reparación en el Judiciario”, dice.

En relación a las notificaciones de intoxicación por agrotóxicos, Silva afirma que la situación “es muy grave”. El cree que todavía “no tenemos dimensión real del cuadro”: “La expansión de la utilización de agrotóxicos – parte del proceso de reproducción de las áreas del agronegócio – pone en riesgo todos los implicados: trabajadores y trabajadoras rurales, consumidores y el medio ambiente”, enfatiza.

En el documental “Nubes de Veneno”, una colaboración de la VideoSaúde Distribuidora de la Fiocruz, con la Secretaria de Salud de Mato Grosso y la productora Terra Firme, realizado en el 2013, es posible ver el testimonio del sindicalista Wilfo Wandscheer y del trabajador rural, Celito Ketzer, que hablan sobre los efectos marcantes de la intoxicación por agrotóxicos. Vea en este link.

Caminos de esperanza

Ex-gerente de Toxicologia de la Anvisa, el investigador del Cesteh/Ensp/Fiocruz, Luiz Claudio Meirelles, cita algunos caminos que pueden auxiliar en la mejoría de las notificaciones: la estructuración de bancos de datos sobre los productos, sus efectos y tratamiento para la población general y profesiones del área medica; sistemas de registro más simplificados e interactivos; capacitación de profesionales de salud para entender y registrar daños; organización de redes de investigadores independientes para profundizar el conocimiento sobre agrotóxicos y daños crónicos, por ejemplo. Para el es importante que la “información para actuación de la sociedad civil y sindicatos en el sentido de identificar el problema e impedir la reducción de la actividad de notificación”.

Claudio Silva cree que la sociedad brasileña ya demonstro “manifestaciones contra ese modelo de producción agrícola” y que la “producción académica ha sido fundamental para revelar las reales consecuencias del uso de los agrotóxicos”. También se destaca que el Judiciário y el Ministerio Público del Trabajo dieron atención al problema, con la creación del Forum Nacional de Combate a los Impactos de los Agrotóxicos: “El escenario es grave, pero hay señales de esperanza y superación”, afirma. Silva espera que el resultado del proceso en el caso de VMS “sirva de paradigma para otras acciones. Eso va a depender de la capacidad de los trabajadores y trabajadoras, individualmente o por sus organizaciones, lleven sus demandas al Judiciario”

Por: Graça Portela & Raíza Tourinho (Icict/Fiocruz)

Más Notícias