Acuerdos amplían intercambio para producción científica

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  • 28 de Agosto de 2014

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Los desafíos de ampliar la proyección internacional y la calidad de la producción científica ha llevado a Brasil a dar incentivo creciente a la cooperación Sur-Sur, una de las prioridades estratégicas de la política externa. Paralelo a los acuerdos tradicionales con Estados Unidos y Europa, ganan fuerza los acuerdos con centros de investigación asiáticos y africanos.

China, Corea del Sur e Índia se destacan entre los países que, en años recientes, firmaron acuerdos con Brasil en diversos campos de conocimiento. La presencia de África también viene creciendo, principalmente con la comunidad lusófona.

“El escenario de la educación del país está cambiando y también está cambiando el de la innovación”, dice el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Clelio Campolina Diniz. El resalta tres grandes áreas en las que Brasil tiene una actuación destacada: la petrolífera, la tecnología de exploración en aguas profundas; la aeroespacial, la fabricación de aviones y satélites; y la agropecuaria, en que la productividad brasileña es reconocida. Petrobras, Embraer y Embrapa son referencias globales en esos segmentos. Diniz enfatiza la importancia de vincular la base científica de la capacidad de producción e investir en recursos humanos, dado el contexto de feroz competición global.

“Entre 2000 y 2012, pasamos de 5.300 doctores formados anualmente a 13.900 y la meta es titular 25 mil doctores en 2025”, afirma. Una de las iniciativas de éxito es el Programa Institutos Nacionales de Ciencia y Tecnología (INCT), evalúa el ministro. Entre sus resultados está la vacuna contra leishmaniasis visceral en animales, lanzada en el 2008 por investigadores de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG). Su tecnología fue transferida para el Laboratorio Hertape Calier Salud Animal, de capital brasileño y español, que estudia la distribución en Europa. Otra propuesta de investigación va destinar R$ 641 millones para el apoyo a núcleos de excelencia y está abierta hasta el 8 de setiembre.

India ha desarrollado intercambios científicos com Brasil principalmente en los campos de la Tecnología de la Información (TI) y de la investigación espacial. También hay acuerdos con Francia, Italia, Japón, Rusia, Suecia y Alemania, pero el destaque es China, considerada socia estratégica global. En el 2013, Brasil y China firmaron un ambicioso Plano Decenal de Cooperación Espacial, que abre para los dos países la perspectiva de actuar como los proveedores del mercado global de imágenes y datos captados por satélite. Un marco importante ocurrirá el 7 de diciembre, fecha prevista para el lanzamiento, a partir del país asiático, del satélite de sensorialmente remoto CBERS-4, construido por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).

Parte del acuerdo con los chinos incluye el lanzamiento, en 2016, de un satélite geoestacionário que va aumentar la seguridad de las comunicaciones estratégicas brasileñas de gobierno y defensa. “La internet tendrá 30% de la capacidad dedicada a la inclusión digital en la Amazonia”, destaca el jefe de la Asesoría de Cooperación Internacional de la Agencia Espacial Brasileña (AEB), José Monserrat Filho. Brasil también firmó un acuerdo con Alemania para mejorar un Vehículo Lanzador de Micro-satélite (VLM) desarrollado por el Instituto de Aeronáutica y Espacio (IAE).

Otra iniciativa reciente de cooperación fue firmada con Rusia: la Universidad de Santa Maria (RS) y el Instituto Técnico de Pernambuco tendrán una estación para la calibración del sistema de navegación del satélite Glonass, alternativa al americano GPS. También con Rusia, Brasil firmó un acuerdo en el área petrolífera y otro en el área de salud. Este prevé una colaboración técnica entre el Instituto Butantan, la Empresa Federal Estatal Unitaria y la Universidad de Investigación Científica de San Petersburgo para la producción de vacunas contra difteria, tétano, tos ferina y meningitis.

La cooperación con el continente africano es una de las prioridades, principalmente en la salud y agricultura. El área de la investigación espacial, está en progreso el programa CBERS for Africa, que permitirá la recepción y distribución gratuita de datos de los satélites sino-brasileiros por África del Sur, Angola, Botswana, Lesotho, Mozambique, Suazilandia, Namibia, Zambia e Zimbábue. En el día 17 de setiembre, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y la Innovación va a lanzar la nueva versión de ProÁfrica – Programa de Cooperación Temática en Materia de Ciencia y Tecnología. Entre 2005 y 2010, la iniciativa financió 190 proyectos con R$ 9,6 millones, en cinco editares del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq).

 

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Ministro Clelio Campolina Diniz: áreas en que Brasil se destaca son el áerea petrolífera,

aeroespacial y agropecuaria – Imagem: Washington Alves/Light press

 

Fiocruz es una referencia en investigación sobre enfermedades como SIDA y dengue

La Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), vinculada al Ministerio de Salud, es el mejor centro de investigación de Brasil en calidad de producción científica, conforme al ranking divulgado en junio por la universidad holandesa de Leiden. Uno de los principales indicadores es el impacto de la investigación académica, esto es, cuanto la investigación es citada por la comunidad científica. Dedicada para la solución de problemas prácticos y para el fortalecimiento del Sistema Único de Salud (SUS), la institución también es referencia cuando el asunto es cooperación internacional. Sus colaboraciones con otros países envuelven desde la producción de medicamentos y vacunas a la realización de investigaciones sobre enfermedades como SIDA, Chagas y dengue.

El año pasado, el Instituto de Tecnología en Fármacos (Farmanguinhos), vinculado a Fiocruz, inauguró en Mozambique una fábrica de antiretrovirales y 16 otros medicamentos. Primera empresa pública del sector farmacéutico del continente africano, la Sociedad Mozambicana de Medicamentos producirá 226 millones de unidades de antiretrovirales por año, beneficiando 2,7 millones de personas que viven con HIV/Aids en el país. La tecnología será transferida gradualmente a los africanos. Otra colaboración importante, iniciada en 2010, sigue un camino inverso: transferencia de tecnología del Instituto Indar, en Ucrania, para la fabricación de insulina recombinante humana por la institución brasileña. La producción deberá cubrir 50% de la demanda del Ministerio de la Salud para atender pacientes con diabetes.

El Instituto de Tecnología en Imunobiológicos (Bio-Manguinhos), unidad de Fiocruz dedicada a la producción de vacunas, también tiene un papel activo en la cooperación internacional. En octubre del 2013, la institución firmó un acuerdo con la Fundación Bill y Melinda Gates para el desarrollo de la vacuna doble viral (sarampión y rubéola).

A partir del 2017 serán producidas 30 millones de doses por año para acciones en países en desarrollo. Un acuerdo con la compañía israelense Protalix/Pfizer prevé la transferencia de tecnología para la producción de un biofármaco de combate a la enfermedad de Gaucher. La colaboración con la compañía inglesa GlaxoSmithKline (GSK) prevé la producción y el suministro de la vacuna tetravalente viral (sarampión, paperas, rubéola y varicela) al Ministerio de la Salud.

“También tenemos firmado un acuerdo con el laboratorio japonés de telecomunicaciones NTT, que invierte más de US$ 1 billón en P&D por año”, informa el director de Gestión de Innovación de CPqD, Alberto Paradisi.

 

Fuente: Dauro Veras/ Valor Econômico

 

 

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