El riesgo de ser el país de los obesos

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  • 25 de Agosto de 2015

carlos augusto monteiroLas medidas de peso y altura de adultos obtenidas por la Investigación Nacional de Salud realizada por el IBGE – en una muestra estatística de más de 80 mil domicilios – trajeron más noticias sobre la obesidad en Brasil. Según la investigación, hecha en el 2013, son obesos uno de cada seis hombres (16,8%) y una de cada cuatro mujeres (24,6%). El exceso de peso, que engloba estados de pré-obesidad, alcanza más de la mitad de los hombres y de las mujeres.

La mala noticia es mucho peor dados los resultados de investigaciones anteriores del IBGE. Entre 2002/3 y 2008/9, o en seis años, la prevalencia de la obesidad creció 3,4 puntos porcentuales en hombres y 3,5 en mujeres. Entre 2008-9 y 2013, poco más de cuatro años, el aumento llega a 4,8 y 7,7 puntos porcentuales, respectivamente. La proyección de esta tendencia indica que, en cinco años (2020), cerca de un tercio de la población adulta de Brasil será compuesta por personas obesas, igualando a los Estados Unidos, uno de los líderes mundiales en la prevalencia de la obesidad.

En la medida en que la obesidad expresa el desequilibrio entre ingestión y utilización de calorias, la explicación para su crecimiento debe ser buscada en cambios en los padrones de la población de alimentación y de actividad física. Investigaciones nacionales de presupuesto familiar del IBGE realizadas en las últimas tres décadas revelan la tendencia creciente de substitución de alimentos minimamente procesados como leche, porotos, arroz y preparaciones culinarias tradicionales hechas con esos alimentos por refrescos, galletitas, dulces en general, comida salada empaquetada, pasta instantánea, salsichas, hamburguesas y varios tipos de productos ultraprocesados. Esa tendencia implica padrones de alimentación que impiden al organismo regular el balance energético, aumentando el riesgo de obesidad. Estudios sobre padrones de actividad física indican cambios menos claros, con un aumento discreto en la práctica de actividad física en el tiempo libre lazer y una disminución en el movimiento activo de las personas.

La Organización Mundial de la Salud ha llamado la atención al aumento de la obesidad en todo el mundo y a su impacto a la salud de las personas y los costos de los sistemas de atención a la salud, enfatizando que el enfrentamiento del problema por los gobiernos requiere acciones que informen y eduquen a la sociedad y propicien un ambiente que estimule, apoye y proteja padrones saludables de alimentación y de actividad física.

Pasos importantes en esa dirección fueron dados en nuestro país con la elaboración y comunicación por el Ministerio de la Salud de la nueva Guía Alimentaria para la Población Brasileña. Esta guía, elogiada en todo el mundo, aconseja claramente a las personas a basar su alimentación en alimentos minimamente procesados y preparaciones culinarias de esos alimentos (“comida de verdad”) y a evitar alimentos ultraprocesados. Otras acciones relevantes incluyen la integración entre la alimentación escolar y la agricultura familiar y la multiplicación de espacios públicos para la práctica de la actividad física.

Sim embargo, el aumento exponencial de la obesidad en Brasil reclama la implementación de políticas cruciales recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, incluyendo, en particular, la restricción de la publicidad agresiva de los alimentos ultraprocessados y medidas fiscales que alteren el costo de producción de esos productos y faciliten la adquisición de alimentos minimamente procesados.

Carlos Augusto Monteiro es doctor, profesor de la Facultad de Salud Publica de la USP y miembro del Comitê de Especialistas sobre Dieta y Salud de la OMS

Fuente: O Globo.
Imagen: fapesp.br